Globalización a la euroiberoamericana
Políticos y expertos participantes en el Seminario de Cooperación Iberoamericana y Desarrollo organizado por la Fundación Alternativas abogan por tomar el tren de la democracia participativa para remontar la crisis de la política y reflotar el Estado de bienestar Políticos y expertos participantes en el Seminario de Cooperación Iberoamericana y Desarrollo que la Fundación Alternativas celebró el 7 de marzo pasado en Madrid coincidieron en alentar un nuevo modelo de globalización “a la euroiberoamericana”, anclado en la cooperación económica y en nuevas formas de representación ciudadana que refuercen su participación en la función pública para remontar la crisis de efectividad de la política y reflotar el Estado de bienestar.
El seminario, organizado en tres paneles (Integración iberoamericana y desarrollo regional, Cooperación internacional, organismos transnacionales y oportunidades y Experiencias de renovación de la democracia: cómo los gobiernos pueden acercarse a las calles) y celebrado en Casa de América, ha sido posible gracias a la colaboración de las fundaciones Mario Soares y Getúlio Vargas, CES/Lisboa, el Instituto AlterBrasil y Banco Santander.
Nicolás Sartorius, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, reclamó un nuevo modelo de globalización, el iberoamericano y distinto del anglosajón y del asiático, inválidos para quienes hablamos español y portugués. Sartorius apostó por una democracia extendida. “Una democracia representativa que hay que completar a uno y otro lado del Atlántico”, reafirmó. Las cuatro patas sobre las que habría de sostenerse este modelo de globalización a la euroiberoamericana son: construcción de sociedades avanzadas, estados modernos con bases fiscales sólidas, desarrollo sostenible y derechos sociales y de bienestar consolidados. Crítico con la supuesta crisis del Estado bienestar que atribuyó a la evasión fiscal, defendió la creación de grandes alianzas regionales; en su opinión, necesarias para devolver la política a los ciudadanos. “Economía y tecnología son globales, mientras que la política continúa siendo nacional”, lamentó.
Tarso Genro, gobernador del Estado de Río Grande do Sul, pionero en la implantación de herramientas de democracia directa y un referente mundial en tecnopolítica, coincidió con Nicolás Sartorius en la importancia de las sinergías, tanto políticas como económico productivas y estatales, para hacer frente a la fragmentación social y el poder del capital financiero sobre la función pública. “La clave está en retomar las riendas de la cosa pública por parte de los políticos y de los mismos ciudadanos: huir de los mercados financieros, reestructurar la deuda del Estado, crear grandes canales de concertación que fomenten la colaboración tecnológica y productiva entre pymes y promover la colaboración regional”, enumeró el exministro de Justicia y de Educación de Lula da Silva. Opinión respaldada por Paulo César de Oliveira, embajador de Brasil, quien puso el acento en el amplio campo de desarrollo económico y social generado por la concentración de proyectos estratégicos de desarrollo en su país.
En similares términos se pronunció Enrique Iglesias, Secretario General iberoamericano, quien afirmó que el mundo se encuentra en un "cambio epocal" en el que se produce una alteración de los modelos económico, político y del sistema de relaciones internacionales. Al tiempo que subrayó el gran potencial del continente gracias a las relaciones económicas entre sus integrantes, Iglesias promovió que las relaciones económicas entre los países iberoamericanos se dirijan a crear una "cadena de valor" que haga aumentar la productividad.
El tono menos optimista lo puso Carlos Ivan Simonsen, presidente de la Fundación Getulio Vargas. La distancia, la heterogeneidad del continente, con un México más ligado a Estados Unidos o el hecho de que Brasil represente el 75% del PIB del subcontinente cuando Alemania ni siquiera alcanza el 30% del de la Unión Europea. Simonsen, quien subrayó la importancia de un proyecto muy interesante para España, también se refirió a la penetración de China en América Latina y a los problemas que plantean las migraciones.
“A América Latina le falta un proyecto político”. Este es el diagnóstico de Francisco Luzón, patrono de la Fundación Alternativas, quien en el subcontinente diferenció entre países comprometidos con la globalización y los derechos humanos y países no comprometidos con la globalización y los derechos humanos, cuestión que lamentó.
En la tercera sesión se abordó la cuestión de la democracia participativa y los déficit democrático y social que padecen Europa (especialmente España y Portugal) y América Latina. En estos temas se centraron Vinícius Wu (secretario del Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul) – quien hizo una presentación de las políticas de su Estado en estas materias-; Manuel Carvalho (CES/Portugal); Antonio Baylos (Universidad de Castilla La Mancha); Giuseppe Cocco (UFRJ), y Simona Levi (Grupo Xnet y especialista en democracia digital y cultura libre). Vicente Palacio, director adjunto en la Fundación Alternativas (Observatorio de Política Exterior) fue el encargado de poner el broche final al Seminario, con una receta: “Centrar los esfuerzos en las clases medias empobrecidas y en los más pobres, y reformar los partidos políticos como herramientas fundamentales”. Todo ello, dijo Palacio, desde una posición "europea y europeista".
Fotografías: ANA AVENDAÑO