
IV Informe sobre la Ciencia y la Tecnología en España
La Fundación Alternativas organizó este jueves la presentación de su ‘IV Informe sobre la Ciencia y la Tecnología en España 2022’, coordinado por Isabel Álvarez, catedrática de Economía Aplicada y asesora del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital; y Vicente Larraga, doctor en Biología, profesor del CSIC. La salida de la crisis sanitaria y su secuela económica se ha visto cortada por la crisis geopolítica desatada por la guerra de Ucrania, que ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de una independencia estratégica, tanto energética como política, de la Unión Europea y de nuestro país. También se ha vuelto evidente que dicha independencia debe basarse en un conocimiento científico-tecnológico.
El documento de la Fundación Alternativas propone líneas desde las que avanzar para situar al país en “el mapa geopolítico de la I+D+i”. Este posicionamiento lo tendrá que hacer como parte de la Unión Europea, sin duda, pero también por sí misma: mediante las “políticas públicas” y, a la vez, con el “empuje del sector privado”. El informe defiende también que este es el momento idóneo para “impulsar las políticas” de Ciencia, Tecnología e Innovación, ya que hoy la percepción social de la ciencia le otorga una mayor relevancia para el futuro de la sociedad de la que se le daba en periodos anteriores.
El informe sugiere poner la “innovación en el centro del debate”, como un elemento “estratégico de transformación”, ante la tradicional “falta de estrategia española” en innovación. España no ocupa una buena posición en las clasificaciones internacionales, tal como demuestra su puesto 29 -de 132 países- en el Global Innovation Index de 2022, o su consideración como “país innovador moderado” en el contexto de la European Innovation Scoreboard. Los retos de futuro vinculados al cambio climático y a la digitalización ocupan ya un “lugar prioritario en los programas de investigación y de apoyo público a la innovación, es la denominada transición gemela: verde y digital”.
Pese a que las empresas españolas muestran un “comportamiento favorable respecto a la media europea” en la implementación de tecnologías digitales avanzadas, es notable que “casi un tercio aún no se haya iniciado en el mundo digital”, y más preocupante aún es el hecho de que “solo un tercio haya realizado inversiones para afrontar el impacto del cambio climático”. Si bien el tamaño empresarial ha jugado tradicionalmente en contra de la innovación en España, actualmente “las PYME están mostrando un comportamiento innovador al alza”. A pesar de ello, hay elementos que aún son susceptibles de mejora, tales como “los desarrollos normativos a favor del clima innovador español o la creación de un consejo nacional de innovación”.
Desarrollo estratégico
Las capacidades y el desarrollo estratégico es otro de los puntos que el informe de Alternativas recomienda mejorar. Especial atención merecerían las acciones que contribuyan a “aumentar el crecimiento del personal en I+D del sector empresarial”, al tiempo que se recuperan los “niveles en la Administración Pública, sin olvidar las brechas de género”. La combinación de capacidades de investigación e innovación “encuentra acomodo en la discusión sobre autonomía estratégica y soberanía tecnológica”, dado que “imprime una mayor capacidad de decisión acerca del curso de las tecnologías disponibles y futuras, condicionantes claves de la capacidad productiva”. Si bien la pandemia y las tensiones proteccionistas de los bloques comerciales han hecho “ganar protagonismo a los factores geoestratégicos” en el seno de la política de ciencia, tecnología e innovación, también brindan una “buena oportunidad” para analizar qué fortalezas presenta España para “contribuir a mayores niveles de soberanía tecnológica”; por ejemplo, en el “sector aeroespacial y el de microchips”.
La presidencia española del Consejo de la UE en el segundo semestre de 2023 es una “oportunidad para reafirmar el compromiso político de España”, lo que permitirá apostar por iniciativas pan-europeas en tecnologías críticas, focalizar recursos en áreas concretas y fomentar las tecnologías duales. La implementación de estas políticas requiere un “incremento muy notable de las inversiones”, que tiene dos objetivos principales: el mantenimiento de un “sistema básico de I+D” que sirva de soporte a los avances científico-tecnológicos, y el establecimiento de “líneas prioritarias que tengan un desarrollo adicional” que lleve a España a la “primera línea europea de desarrollo”, para no asistir como espectadores -y a la vez clientes- a la “competición tecnológica existente entre EEUU y China”, que se va a incrementar en los próximos años.
España, por ejemplo, es “muy deficitaria” en infraestructuras de tipo medio, como pueden ser laboratorios de alta seguridad para el trabajo en enfermedades infecciosas o en salas blancas para el desarrollo de semiconductores. Este tipo de instalaciones son “imprescindibles” para desarrollos científico-tecnológicos, y el no tenerlas supone un “cuello de botella muy importante”. Otra de las líneas estratégicas puede estar centrada en las biotecnologías, entendiendo éstas como “tecnologías de supervivencia” que tienen un elevado potencial en el contexto de la iniciativa Next Generation.
El documento plantea la creación de un “programa movilizador” sobre biotecnologías basado en “proyectos orientados por misiones para dar soluciones a cuestiones ambientales, sociales y económicas”. Ante la despoblación del mundo rural en España, cabría pensar en la “diversidad forestal” para mitigar el cambio climático o el consumo de proximidad. En materia de aguas continentales, las opciones procederían de la “mejora de las condiciones de vida acuáticas”, y en el área de salud cabría potenciar la “biotecnología roja” para combatir y controlar enfermedades. Por otro lado, la necesidad del “desarrollo propio de semiconductores” resulta una “obviedad”, considerando las “tensiones y problemas” que se derivan de la geopolítica, ante el hecho demostrado de la “alta concentración productiva” de los mayores fabricantes mundiales como Taiwán.
Programas de formación
Para enfrentar las “debilidades” de España ante la transición productiva basada en la digitalización y los retos de futuro, es necesario “afianzar el nivel de habilidades de la población”, a partir de los factores explicativos de las brechas digitales en el uso de los servicios productivos. En este sentido, el informe de la Fundación Alternativas sugiere el “desarrollo de programas de formación continua de corta duración en habilidades digitales de nivel medio y superior, en colaboración con empresas y organizaciones relevantes del sector tecnológico”. También recomienda “particularizar el entrenamiento en habilidades digitales, segmentándolo por grupos de edad, renta y educación”.
La transformación que implica el creciente auge de la inteligencia artificial (IA) tiene consecuencias sociales -en el empleo, por ejemplo-, igualmente en la industria, e incluso puede contribuir positivamente desde el “compromiso de justicia social y los postulados del desarrollo sostenible”. Por lo tanto, es inexcusable un “control público de los desarrollos en IA que se basen en los valores democráticos y el respeto a las personas”. En el caso de la ciberseguridad también es crucial “ahondar en las posibilidades de una mayor interacción entre el ámbito de la investigación y las empresas”. Para ello, es preciso mejorar los “instrumentos y métodos” para detectar centros de excelencia, contribuyendo a realizar una distribución de recursos que refuerce la capacidad de influencia en el sistema español y de este último en el de la UE. También con la mirada puesta en el futuro, “hay que seguir avanzando en la corrección de la desigualdad de género en el sistema español de ciencia, tecnología e innovación”.
Para conseguir dar el “salto hacia delante” que necesita el sistema español de I+D, hay que “modificar su sistema de decisión y gestión”. Las modificaciones deben ser limitadas ya que, en conjunto, el sistema actual está dando buenos resultados, aunque todavía no haya podido “corregir los errores cometidos” en la década perdida (2011-2019). Los grandes desarrollos solo se pueden hacer de forma “multilateral”. Hay que fomentar la “colaboración internacional”, y eso solo se puede hacer desde proyectos “más financiados que los actuales y fomentando” la formación de los jóvenes en laboratorios internacionales de alta calidad, para que vuelvan a un sistema español fuerte, mayor que el actual.
Programa
Bienvenida
- Jesús Ruiz-Huerta
Director del Laboratorio de la Fundación Alternativas
Presentación del Informe
- Isabel Álvarez
Catedrática de Economía Aplicada por la (UCM), asesora del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y co-directora del informe
- Vicente Larraga
Doctor en Biología, profesor del CSIC y co-director del informe
Mesa de Debate
- Isabel Álvarez
Catedrática de Economía Aplicada por la (UCM), asesora del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y co-directora del informe
- Vicente Larraga
Doctor en Biología, profesor del CSIC y co-director del informe
- Ana Fernández Zubieta
Profesora de la Universidad Complutense de Madrid, experta en sociología de la innovación y autora colaboradora del informe - Gonzalo León
Vicepresidente de la Fundación Círculo de Tecnologías para la Defensa, Catedrático emérito en la Universidad Politécnica de Madrid y autor colaborador del informe
Moderación
- Laura G. de Rivera
Periodista científica independiente y vicepresidenta de Elemento 21 (Laboratorio de Investigación y Divulgación Científica)