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Alternativas presenta documento de prospectiva sobre la Vecindad Sur de España y la UE
Alternativas presenta documento de prospectiva sobre la Vecindad Sur de España y la UE
La Fundación Alternativas organizó este viernes la presentación online del documento “Aproximación Prospectiva a la Vecindad Sur de España y la Unión Europea: Objetivo 2030/2050” con la participación de sus autores, Itxaso Domínguez de Olázabal, coordinadora de Oriente Próximo y Norte de África de la Fundación Alternativas, y Alfonso Casani, profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, así como de Irene Fernández-Molina, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad de Exeter; Ricard González, periodista y politólogo especializado en Oriente Próximo y Norte de África, e Isidro González, secretario general adjunto de la Unión por el Mediterráneo (UpM). La presentación y moderación corrió a cargo de Vicente Palacio, director de Política Exterior de la Fundación Alternativas.
Palacio comenzó subrayando que este documento tiene una orientación prospectiva con respecto a la Vecindad Sur y reflexiona sobre la posible hoja de ruta para un futuro compartido en el Mediterráneo. Su publicación está marcada por varios hitos como el cumplimiento del 25 aniversario el pasado año del Proceso de Barcelona, que desembocaría en la UpM, o el décimo aniversario de las revueltas antiautoritarias de 2010/2011, y coincide con una situación problemática en la Vecindad, con conflictos, crisis económicas y sociales, la pandemia, etc.
Domínguez de Olázabal destacó que este informe, que bebe de otros estudios similares y de toda una serie de entrevistas con expertos, cuenta con un valor añadido como es su enfoque en la seguridad humana, escapando del enfoque securitario y geopolítico de otros trabajos anteriores, y en la juventud, que constituye una parte importante de las entrevistas. El documento analiza “Megatendencias”, es decir tendencias normalmente estructurales imposibles de paliar en una generación con efectos particulares y con la vista puesta en 2050 —estas son: 1) Emergencia climática y escasez de recursos, 2) Proceso de descarbonización, 3) Fragmentación del orden internacional, 4) Dos puntos de inflexión en la transición demográfica, 5) Movilidad humana y urbanización y 6) Disrupción tecnológica y otras: La Cuarta Revolución Industrial—, y “Dinámicas a medio plazo”, en las que los distintos actores tienen un cierto margen de maniobra y tienen la vista puesta en 2030 —1) Fracturas y movilizaciones sociales, 2) La erosión y recomposición del sistema estatal árabe: gobernanza y autoritarismo, 3) ¿La oportunidad perdida del dividendo demográfico?, 4) La fractura digital en sus distintas formas, 5) La fractura territorial: periferización y urbanización, 6) La transformación del mercado de la energía, 7) ¿Too big to fail? El problema de la deuda ante una incierta recuperación pos-covid-19, 8) Conflictividad y cooperación transnacionales entre Estados y sociedades y 9) La securitización de los flujos humanos y de contrabando—.
Por su parte, Casani señaló que el estudio identifica dos escenarios: uno positivo y otro negativo. El primero implicaría abordar el contexto actual marcado por toda una serie de dificultades como una oportunidad para la reforma de los modelos de la Vecindad. El segundo, todo lo contrario, es decir, tomar el contexto como una amenaza y responder con un repliegue proteccionista, unilateral y autoritario. Estos escenarios serían paradigmáticos en la medida que lo normal es que ninguno se cumpla, sino que el escenario real esté en un punto intermedio —más positivo o más negativo— entre ambos.
Irene Fernández-Molina, por su parte, analizó la cuestión de los conflictos no resueltos. Aquí, identificó toda una serie de capas superpuestas que complejizan estos hechos y dificultan su solución: primero, cuestiones históricas, relacionadas con la emergencia de los Estados árabes; después otra capa relacionada con los procesos de descolonización, algunos frustrados o desvirtuados, y la Guerra Fría; también la cuestión de la Revolución Iraní de 1979, que inició un periodo de sectarización de la política regional entre chiís y sunníes; las intervenciones de EE. UU. bajo el prisma de la “guerra contra el terrorismo”, y los conflictos originados de las llamadas “primaveras árabes”. Esta enorme complejidad dificulta hallar una solución a los diversos conflictos, lo que además tiene importantes consecuencias a nivel regional, evitando una mayor interrelación en la que es una de las regiones menos integradas del mundo.
Además, analizando los flujos migratorios, la académica señaló la importancia de su relativización —en la medida que no han aumentado en términos relativos desde los años 60— su normalización y aceptación, así como la preparación de Europa ante las perspectivas de potenciales puntuales momentos de grandes flujos, como los refugiados sirios, que, aunque poco habituales, han de ser respondidos de forma cooperativa.
JUVENTUD REIVINDICATIVA
Ricard González puso el foco en el papel de los jóvenes y nuevos líderes sociales, señalando que ya están teniendo un papel muy importante. Aquí, señaló la brecha generacional entre una juventud reivindicativa y unas élites formadas principalmente por hombres mayores. La juventud participa activamente en la sociedad civil, pero se encuentra con dificultades a la hora de integrarse o hacer cambiar la esfera política. Al mismo tiempo, entre los jóvenes existe un cierto rechazo y escepticismo hacia la política institucional en la medida que los regímenes autoritarios recurren a la cooptación de los líderes políticos, generando pseudo oposiciones. Este rechazo y desconfianza genera dificultades a la hora de que la juventud pueda trasladar sus demandas por las vías institucionales —las cuales tampoco dan pie a una participación activa de la sociedad civil—. No obstante, González identificó algunas áreas en las que se están produciendo importantes avances gracias a estos nuevos liderazgos, como por ejemplo en cuanto a la concienciación de la discriminación de la mujer.
Por su parte, Isidro González pasó a hablar de la UpM, lamentando la poca atención que la región del Mediterráneo recibe desde Europa, lo que genera que esta Organización no haya podido alcanzar todo su potencial. Aun así, la UpM está llevando a cabo iniciativas y proyectos importantes en cuestiones de transición energética —clave en la que es la segunda región del mundo más afectada por el cambio climático— o de turismo costero, así como abordando cuestiones como el flujo migratorio yendo a la base del problema, no construyendo muros. Esto, por ejemplo, ha implicado la creación de un hub de empleo juvenil en Marruecos. Otro de los proyectos —60 en total— sería el de la Planta Desalinizadora en Gaza, que proveerá con agua a la mitad de la población de la Franja. De esta forma, González recordó la importancia de la UpM en la medida que construye consensos en la región de forma inclusiva, no de manera unidireccional de la UE al Vecindario Sur. Además, González señaló, en cuanto al papel que pueden tener otras potencias externas como China o Rusia, la importancia de que la UE se implique activamente en la región, porque si no otros, con distintos valores, lo harán.
En definitiva, Palacio y Domínguez de Olázabal destacaron la importancia de este informe para generar un muy importante debate sobre la Vecindad Sur y el papel que puede y debe jugar la UE, señalando que esta reflexión ha de continuar en los próximos años para así poder hacer de la actual situación de crisis una oportunidad para construir un futuro más inclusivo y sostenible en la región.