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Estrella Galán: “Las políticas que garantizan el poder del hombre frente a la mujer se perpetúan”
Estrella Galán: “Las políticas que garantizan el poder del hombre frente a la mujer se perpetúan”
La Fundación Alternativas organizó este martes el debate on-line titulado ‘La mujer y el poder’, con el objetivo de analizar la evolución la mujer en su vida personal, profesional, familiar social y política respecto al hombre. La sociedad europea actual tiene por delante distintos retos que afrontar, tanto por hombres como por mujeres, en la lucha por la no discriminación, y hacer frente a problemas tan importantes como la desigualdad laboral, la violencia o las relaciones familiares desequilibradas, que lastran el desarrollo de la personalidad de la mujer.
Asimismo, dentro del marco de celebración del Día de la Mujer Trabajadora, que se conmemoró el pasado 8 de marzo, la Fundación Alternativas ha editado un pequeño libro que expresa las ideas de diversas mujeres vinculadas, de una u otra forma, con este think tank progresista. Patronas, trabajadoras, colaboradoras, amigas de Alternativas han escrito breves palabras sobre el papel de la mujer en la sociedad actual, desde la perspectiva de su propia experiencia. El volumen, titulado ‘Soy mujer, soy alternativa’, se presentó también durante el debate, moderado por Esther Rebollo, directora adjunta de ‘Público’.
Inmaculada Ballesteros, directora de Cultura y Comunicación de la Fundación Alternativas, sostuvo durante el debate que existe una “manera femenina de entender el mundo”, vinculada a lo que “somos biológicamente y a nuestras trayectorias en la sociedad”. Ballesteros recordó que la mujer, históricamente, ha sido abocada a encargarse de los “cuidados” de terceras personas y a “buscar consensos en el ámbito privado”, por lo que la presencia de la mujer en los espacios públicos se ha visto “condicionada”.
Anaïs Pérez Figueras, directora de Comunicación de Google España y Portugal, aseguró que para “cambiar las estructuras de poder” hace falta llevar a cabo un “trabajo global”, ya que “unilateralmente” es muy complicado hacerlo, al igual que “es un esfuerzo muy exhausto tener que involucrar a toda esa globalidad para hacer el cambio”. En este sentido, Pérez Figueras aclaró que “la lucha por el feminismo también agota”, porque estar explicando y reivindicando lo mismo, una y otra vez, es un “trabajo muy arduo”. El consenso no tiene que ser unánime, pero tiene que “existir una línea de acción” en la que no sólo estén involucradas las mujeres, sino que “es necesario el acompañamiento de los hombres y de la diversidad”.
La periodista y crítica cultural María Guerra comentó que el poder, dentro del mundo de la comunicación en el que se mueve, es la “credibilidad”, pero cuando empezó en el periodismo, hace 29 años, se dio cuenta que “las mujeres hacían información, mientras que la opinión política y cultural estaba controlada por los hombres”. Sin embargo, en la actualidad las mujeres periodistas están “conquistando” espacios a los que antes no llegaban, como las tertulias y coloquios, coyuntura que “cabrea” a muchos hombres porque están perdiendo su cuota de poder. Respecto a la bofetada de Will Smith en la ceremonia de los Oscar, Guerra aseguró que le recordó a la película ‘Sin perdón’, de Clint Eastwood, un cineasta “incuestionado por la izquierda”. Sin embargo, la experta puntualizó que el machismo se está “revisando y nos encontramos en un momento interesante en el que los hombres ven que las mujeres ya no son sus coches ni sus caballos”.
Estrella Galán, directora general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y patrona de la Fundación Alternativas: “El planeta va a dos velocidades. Tenemos la realidad del Primer Mundo, y otra mucho menos visible donde las mujeres luchan contra un heteropatriarcado en un contexto en contra de sus derechos. En la mayoría de países las mujeres tienen menos poder que los hombres en términos generales, y vemos cómo se perpetúan políticas y marcos legislativos que siguen garantizando el poder de los hombres frente a las mujeres, y convirtiéndolas en ciudadanas de segunda. El heteropatriarcado está muy presente a nivel cultural, cosificando a las mujeres y convirtiéndolas en soldados para las guerras o mercancías en matrimonios forzosos”.