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Expertos reclaman fomentar la inclusión contra la desigualdad de la brecha digital
Expertos reclaman fomentar la inclusión contra la desigualdad de la brecha digital
La Fundación Alternativas organizó este viernes el debate on-line titulado ‘Mayores y brecha digital’, con el objetivo de analizar la situación de este colectivo en la utilización de las nuevas tecnologías, que se han revelado como auténticos calvarios para los ancianos en su día a día, en cuestiones tan cotidianas como la utilización de los servicios financieros o las relaciones con la Administración Pública. La pandemia ha puesto de manifiesto los graves problemas que sufren los mayores por la falta de acceso a dispositivos digitales o a Internet, y cuando se plantea la cuestión de la brecha digital y la Tercera Edad, lo primero que viene a la cabeza es la retirada de dinero con cartilla y la utilización de los cajeros automáticos, pero la discriminación tecnológica es mucho más extensa y muy anterior a la llegada del Covid-19.
Pablo de Ramón-Laca, director General del Tesoro, destacó que el sentimiento de “impotencia” al no poder acceder a los servicios digitales ha “calado especialmente” en la sociedad. La reducción drástica del número de sucursales de los últimos años, con un 50% de oficinas cerradas y una pérdida del 30% de empleados, “ha impactado sobre todo en los pueblos”. No obstante, “la banca siempre ha mirado por sus clientes, porque de ello depende su cuenta de resultados”.
Según el economista, la digitalización es “inevitable”, y se puede gestionar para “evitar que nadie se quede atrás”, pero “a veces puede ser dolorosa: hace cien años, las llamadas telefónicas eran intermediadas y bastaba con cuatro números, pero después cambió y tenías que memorizar números más largos y usar las guías telefónicas. Y hace unos años, el equivalente a un mensaje de whatsapp era ir a Correos y poner un telegrama. Por ello, el cambio tecnológico es dramático tanto para el usuario como para los profesionales que pierden sus puestos de trabajo”.
No obstante, Ramón-Laca advirtió del error de “caer en la nostalgia de volver a un pasado que ya se fue”, y lo importante ahora es “asegurarse de que nadie se queda atrás”, por lo que es necesario “identificar” aquellos segmentos de la población más “vulnerables” ante la transición digital. Un millón y medio de españoles viven en municipios “sin sucursal bancaria”, con 233.000 con más de 75 años, “mientras que en el segmento de 25 a 44 años el uso de la banca on-line se acerca al 80%, en los mayores de 65 está por debajo del 40% y en los mayores de 75 está por debajo del 20%”.
Sergio Alejandro D’Antonio Maceiras, profesor en la ETS de Ingeniería de Sistemas Informáticos de la UPM, aclaró que es importante “incorporar a las políticas públicas un desarrollo inclusivo de las distintas tecnologías”, para que no se queden fuera sectores concretos de la población en función de su accesibilidad. El 40% de las personas mayores no accede a Internet a día de hoy, y mientras no exista una “inclusión real se van a seguir produciendo brechas”. En este sentido, para paliar el problema sería importante establecer “regulaciones e incentivos”, para que desde el ámbito privado y las empresas se tenga en cuenta las “posibles brechas” que se pueden generar.
El experto puntualizó que, dentro de la campaña ‘Soy mayor, no idiota’, “el primer incentivo que se puede destacar es el de no forzar a una digitalización que no se desea”, porque hay ciudadanos que, legítimamente, no desean conectarse a Internet: existen perfiles dentro de la población que “no ven un beneficio” en ello. La digitalización debe ser “inclusiva” y ha de empatizar con las formas de vida del público objetivo. La “relación con la Administración y con la banca, y las compras on-line” son los tres aspectos que más “dificultades” plantean a los colectivos que no dominan el mundo digital.
FORMACIÓN
María Abascal, de la Asociación Española de la Banca, afirmó que el problema de la brecha digital “no se puede negar”, y debe abordarse de “forma colectiva”. Se trata de un asunto “muy complejo” y requiere de la colaboración público-privada, ya que “la tecnología está presente” en multitud de facetas de la vida y en todo tipo de gestiones y servicios. La pandemia “nos ha obligado a apoyarnos en la tecnología para mantener nuestra cotidianeidad y contacto humano, aunque sea a través de pantallas”. La digitalización “ha de ser una opción, pero no una imposición”, y la “formación debe reforzarse en las empresas para reducir al máximo la brecha digital, pero también hacia los clientes”.
Abascal precisó que las medidas para abordar la inclusión financiera de colectivos vulnerables “ya están en marcha”, y la banca es muy consciente de que “la digitalización se produce a distintos ritmos y con distinta intensidad. Hemos presentado un paquete de medidas eficaz para abordar la situación en lo que se refiere a formación, pero también para los clientes que no desean digitalizarse, reforzando la atención personalizada”.
Diego López Garrido, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas: “El envejecimiento de la población es muy claro en España, y es uno de los países donde este fenómeno se está dando de manera más rápida, influido, entre otras cosas, por un factor positivo como es la mayor esperanza de vida. Por otro lado, el desarrollo vertiginoso de la digitalización en todos los ámbitos ha dado como resultado una gran disrupción, porque los mayores quedan, de alguna manera, relegados y se convierten en víctimas de la brecha digital”.