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Las empresas culturales deberán digitalizarse para adaptarse al nuevo contexto económico y social
Las empresas culturales deberán digitalizarse para adaptarse al nuevo contexto económico y social
La Fundación Alternativas organizó este martes su Foro de Industrias Culturales, en el auditorio de la Fundación Telefónica. Moderado por el periodista Jon Ariztimuño, el encuentro contó con un gran número de expertos en la materia. El consumo cultural en el entorno digital ha crecido significativamente en los dos últimos años. Un 94,8 % de la población española tiene acceso a Internet y un 82,2% consume contenidos culturales en la Red. La música, las películas y los libros son más accesibles que nunca. Este crecimiento supone una oportunidad para el sector, pero también implica una serie de desafíos que es necesario explorar. ¿Qué significa esta transición digital de las Industrias Culturales y Creativas? ¿Cómo va a afectar a los perfiles profesionales y a los modelos de negocio? ¿Mantendremos el contacto con los creadores y sus obras? ¿Se podrán proteger los derechos de propiedad intelectual de los creadores? ¿El incremento de la oferta en Internet contribuye a garantizar los derechos culturales? Estas fueron algunas de las cuestiones que los profesionales del sector plantearon y debatieron, compartiendo su experiencia para dar luz a unas industrias culturales que contribuyen a la economía y desarrollo del país, pero no siempre están en primera fila del debate político y social.
Carmen Morenés, de Fundación Telefónica, afirmó que su organización está plenamente “involucrada” en la transformación digital de la cultura, y con la pandemia la digitalización ha vivido una “aceleración” de la que la cultura ha sacado provecho. Según Morenés, “vivimos un momento de oportunidad muy relevante”, que hay que “aprovechar” para llegar a un público más amplio y poder “avanzar entre todos” e incorporar las “oportunidades de la digitalización” en el mundo de la cultura.
Diego López Garrido, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, recordó que el Foro de Industrias Culturales cuenta ya con “más de una década” de recorrido, y aclaró que los fondos europeos de recuperación van a ser “fundamentales” en el proceso de digitalización, aunque faltan proyectos en transferencia de conocimiento e investigación. El veterano político también puntualizó que “cuando se habla de la cultura se piensa más en los creadores, pero la base es la industria: sin un desarrollo de las industrias culturales no habría cultura, y es necesaria una infraestructura económica y social”.
Adriana Moscoso del Prado, directora general de Industrias Culturales y Cooperación en el Ministerio de Cultura y Deporte, aclaró que “después de las crisis siempre hay oportunidades, y estamos en un momento de resurgimiento”. El proceso de digitalización conlleva una “oportunidad única” para España y la UE, y “tenemos la responsabilidad” de responder a desafíos como el “cambio climático y la sostenibilidad”, y la cultura es un eje fundamental que “nos da la oportunidad de crecer”. El gobierno pone la cultura en el centro del tablero político como una de las soluciones, pero “nos falta un tejido empresarial que se consolide y crezca”.
Chema Alonso, jefe del Área Digital de Telefónica, señaló a la inteligencia artificial como una de las tecnologías más “destacadas y con mayor proyección”, con la que se pueden contar historias y abre toda una “industria de entretenimiento” de una manera distinta. Según Alonso, en el mundo digital “lo importante no es tener una idea, sino llevarla a cabo”, y el confinamiento “nos ha dado la oportunidad” de desarrollar fantásticos proyectos en inteligencia artificial, ya que “no está todo inventado, siempre hay una vuelta de tuerca”.
Adrián Guerra, presidente de Profilm, subrayó que “gracias a la tecnología en tiempo real se está democratizando la producción de contenido visual”. El experto puso el ejemplo de las series y películas que se realizan en digital, sin tener que “intervenir las calles o viajar a sitios remotos”, por lo que las producciones se convierten en mucho más sostenibles: “Puedes estar en el océano o el desierto sin moverte de Los Ángeles”. Guerra comentó que el lenguaje castellano es el “mercado del futuro”, pero hacen falta las bases para que “el crecimiento sea real”, y recordó el caso de Corea, que sin tener un idioma global “está presente en la industria audiovisual, llegando a ganar premios Oscar recientemente, gracias a una política gubernamental adecuada”.
"SUSTITUIR EL MUNDO REAL"
Eduardo Pesquera, arquitecto y codirector de Pesquera y Asociados, sostuvo que la arquitectura es una disciplina que se nutre de la "transformación digital", ya que las nuevas herramientas “permiten producir y difundir lo que haces”, y casi "nos dan la posibilidad de sustituir el mundo real” a la hora de diseñar un proyecto. La arquitectura española ha “mejorado mucho” en los últimos cuarenta años, y muchas universidades en Estados Unidos y México cuentan con españoles en sus plantillas, pero a nivel institucional “nos lo tenemos que creer y confiar en los propios arquitectos nacionales, y desde la Administración se debe fomentar la arquitectura de aquí, y para ello debemos cambiar el chip”.
Nacho Ruiz, director de Galería T20 de Murcia, matizó que “después de la pandemia nos hemos tenido que reformular la manera de trabajar en lo digital. La alternativa digital no ha funcionado frente a las ferias físicas, porque el arte no se compra como un jersey. El aislamiento puso de manifiesto que este país es profundamente centralista, Madrid lo fagocita todo, y las redes han servido para que los que estamos en las periferias podamos contar un relato de nuestra industria cultural. La red nos aproxima competitivamente al centro, y nos permite darnos a conocer”.
Inmaculada Benito, directora del departamento de Turismo, Cultura y Deporte de la CEOE, declaró que “tenemos un primer objetivo esencial de vertebración de las industrias culturales y creativas”, porque en ese aspecto existía una “debilidad a la hora de hacer planteamientos generales sobre el sector” y el reconocimiento de la cultura “nos proporciona reputación” frente a otros sectores. La creatividad era un campo que estaba “poco reconocido”, pero ahora empieza a ser “muy necesario”, y hay que trabaja en la “competitividad y los retos son la digitalización, formación, educación y habilidades creativas”. La reputación e internacionalización del sector “es muy importante, y tiene que dejar de ser algo menor en el panorama económico y de sostenibilidad, y falta sensibilidad y conciencia de que la cultura es fundamental en todo lo que hacemos”.
Natalia Armijos, directora general de Cultura de la OEI, rememoró que “el coronavirus nos ha empujado de manera muy rápida” a la digitalización. El impacto del Covid-19 en Iberoamérica ha sido “tremendo” en el ámbito del turismo cultural, con pérdidas del 80%, mientras que los sectores como el editorial o el audiovisual han experimentado un “crecimiento” porque ya estaban en la transición al mundo digital. “Trabajamos de la mano con los gobiernos para fortalecer las políticas públicas de reactivación de la cultura teniendo en cuenta la digitalización, y les acompañamos en la transición para que la inversión en tecnología sea coherente y sostenible”, dijo Armijos.
Carlota Navarrete, directora general de la Coalición de Creadores: “En el 2019 el 38% del PIB europeo estaba relacionado con actividades de propiedad intelectual e industrial, mientras que el 42% de los empleos estaban vinculados al sector cultural. La industria cultural española tiene un vínculo importantísimo como el turismo, y somos un espacio con un potencial enorme, ya que tenemos la conexión con África y somos a la vez Europa y Latinoamérica, y contamos el segundo idioma más hablado del planeta. Pero, para progresar, la transición digital debe consolidar su espacio de seguridad jurídica”.
También participaron en el debate Axel Gasulla, fundador de Domestic Data Streamers; Jordi Díaz Máiquez, CEO de Play&go experience; e Iñaki Arredondo, co-fundador & CEO de The Mad Pixel Factory.