López Garrido presenta su libro
La librería Blanquerna de Madrid fue el lugar escogido por el patrono de la Fundación Alternativas. Diego López Garrido, para presentar su último libro “Paraísos fiscales” editado por la editorial Catarata. Con la sala repleta de público el que fuera secretario de Estado para la UE hizo hincapié, sobre todo, en las diferencias entre lo que se denomina evasión fiscal y elusión fiscal, “ya que esta última es cada vez más fronteriza”, al tiempo que señaló que, “de haberla”, la única consecuencia positiva del Brexit en el Reino Unido es que la Unión Europea pueda poner en marcha un mecanismo que pueda apartar los obstáculos que existen hoy en día para que pueda haber una verdadera armonización fiscal.
El acto contó con la presencia del embajador del Reino Unido, Simon Manley, y con una nutrida representación de políticos entre los que se encontraba el actual portavoz del PSOE en la comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, así como el ex ministro socialista de Trabajo, Valeriano Gómez y los ex diputados Juan Moscoso y Concha Gutiérrez.
El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, Nicolás Sartorius, fue el encargado de dar la bienvenida a todos los asistentes al acto. En su intervención puso de manifiesto lo “curioso” que resulta cómo en muchas ocasiones acaban siendo denunciados las mismas personas que han alertado sobre una actividad delictiva. “Si uno conoce la comisión de un delito y no lo denuncia es cómplice. Pues bien, aquí ha sucedido todo lo contrario puesto que los que lo han denunciado son perseguidos. Es el mundo al revés”, añadió.
Sartorius, además, alertó sobre el hecho de que los delitos relacionados con la evasión fiscal son los “más dañinos” que existen en la actualidad a nivel global sobre todo “por el daño enorme que hace a la democracia y a la libertad de la gente”. Incluso, tras poner de manifiesto que los paraísos fiscales son un golpe de estado “permanente” contra la democracia, destacó que si todos los gobiernos se pusieran de acuerdo para atajar de raíz el problema se podrían tomar medidas para que los paraísos fiscales dejaran de existir. “Uno de los errores de las fuerzas progresistas, no sólo políticas sino también sociales, ha sido no darle la importancia extraordinaria que este tema tiene y se han dedicado a mirar muchas veces para otro lado”, espetó.
La periodista Montserrat Domínguez hizo las veces de moderada de un debate en el que, además del autor del libro, intervinieron los periodistas Xavier Vidal-Folch y Miguel Ángel Aguilar. Fue Domínguez la que aludió a casos de las grandes multinacionales que, en su opinión, han establecido una especie de competición para eludir el paso de impuestos y recalcó que uno de los aspectos que más le había llamado la atención del libro fue que el autor pusiera al mimo nivel de conductas “deplorables” tanto la evasión como la elusión fiscal.
En ese instante tomó la palabra López Garrido para señalar que todas las multinacionales tienen un departamento dedicado a la forma de eludir impuestos “aunque, claro, no se llama así”. Esta circunstancia provoca que entre las propias multinacionales se haya creado una especie de competición para ver quién consigue eludir más impuestos “porque así la marca puede resultar más competitiva reduciendo el precio final de las productos que oferta”.
En opinión del otro patrono de la Fundación Alternativas que intervino en el acto, Xavier Vidal-Folch, el mayor error se cometió a finales de los años ochenta cuando se hizo la ley sobre la circulación de capitales en todo el mundo. “En la Unión Europea se hicieron un par de directivas muy importantes sin calcular que eso iba a tener efectos terroríficos si no había un ritmo paralelo de armonización fiscal porque al final lo que verdaderamente ha generado es una contrarreforma fiscal”, advirtió.Del mismo modo subrayó que los paraísos fiscales empezaron como algo colonial de ricos cuando había guerras, "es decir, como algo artesanal" pero que poco a poco se ha ido convirtiendo en una auténtica industria. "Si no se para, agregó- lo va a corroer más porque es una especie virus".
Por último Miguel Ángel Aguilar recordó que durante unos años “tuvo premio el que creaba empleo” y que uno de los empresarios que más se aprovechó de todo aquello fue el ex propietario de Rumasa, José María Ruiz Mateos “que no compraba empresas sino empleados”. Para el director de Ahora Semanal hubo un tiempo en que no se competía por la creación de empleo sino que lo que daba prestigio a un empresario que era saber cuántos empleos había destruido. “Eso es lo que daba prestancia social pero es que luego ha venido otra competición en la cual lo que da prestigio público es la evasión de impuestos porque es como si te dijeran: Ves es gente sabe cómo no pagar impuestos y al mismo tiempo te preguntaran si no te daba vergüenza seguir haciéndolo”.
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