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Los españoles leen menos que los franceses en la era digital
Los españoles leen menos que los franceses en la era digital
El libro y la lectura como fuente de conocimiento, de progreso cognitivo y cultural, como herramienta de desarrollo del lenguaje e instrumento para analizar y comprender mejor el mundo y compartir emociones. Estos son algunos de los beneficios del hábito de leer, aunque también funciona para mejorar la concentración y la empatía, las habilidades mentales y, por qué no, para soñar.
Con el objetivo de analizar todos estos aspectos y establecer en qué momento se encuentra y hacia dónde va esta práctica, profundamente influenciada en los últimos tiempos por la era digital y, por ende, con nuevos horizontes comerciales, la Fundación Alternativas, la Biblioteca Nacional y la Subdirección General del Libro organizaron una jornada titulada ‘Presente y futuro del libro y la lectura’, enmarcada en el Plan de Fomento de la Lectura del Ministerio de Educación.
Rosalina Díaz Valcárcel, abogada y presidenta de Wolters Kluwer España y de la Fundación Wolters Kluwer, dio unos datos poco esperanzadores: “El 85% de los franceses lee con regularidad, mientras que los españoles alcanzamos el 59%, siendo la falta de tiempo el principal obstáculo”. Entre los niños, los de seis a nueve años dedican unas “cuatro horas semanales” a la lectura, pero a partir de los quince el hábito se desploma estrepitosamente.
Lola Larumbe, responsable de la librería Rafael Alberti, aseguró creer en el “activismo del lector y en su iniciativa revolucionaria”, pero destacó también el poco tiempo del que disponen los lectores como uno de los problemas principales; mientras que Silvia Sesé, directora Editorial de Anagrama, resaltó la ficción como el género “favorito y de mayor peso” comercial, y aclaró que “enamorarse es lo que siempre busca el lector”. Desde el prisma de la escritora Marta Sanz, la literatura “tiene que ver con el entretenimiento, pero también con la educación y la formación, para bien y para mal”.
Inmaculada Ballesteros, directora de Cultura de la Fundación Alternativas y encargada de moderar una de las mesas, recordó “el cambio de modelo de negocio” que ha experimentado el sector en los últimos años debido a la irrupción de las nuevas tecnologías, y Óscar Sáenz de Santamaría, director general de Industrias Culturales y del Libro, afirmó que “la lectura nos da la oportunidad de vivir otras vidas y de mejorar las nuestras”; y citó a Forges: “Sin libros no hay futuro”.
El soporte, empero, es otro cantar. En este sentido, Javier Celaya, vicepresidente de la Asociación de Revistas Digitales de España, quiso dejar claro que el futuro de la lectura está en el universo digital, y “debemos aceptar el mundo inteligente que nos ha tocado vivir o nos convertiremos en Amish”. En su opinión, “Netflix es el gran editor del siglo XXI”, ya que “lo que queremos es que nos cuenten historias”.
Por su parte, Luis Collado, director de Google Play Books para España, Portugal y Latinoamérica, sostuvo que “la clave está en atraer la atención del lector con productos atractivos, sea en papel o digital”, y para Luis González Martín, director de Casa del Lector, “la transformación social y económica es inducida por internet y la movilidad”.
Cerró el acto el filósofo y pedagogo José Antonio Marina: “Hay que leer para adueñarse del lenguaje. Nuestra inteligencia y cultura es estructuralmente lingüística y la lectura es fundamental para dominar el lenguaje y aprender a pensar. El niño aprende a gestionar el funcionamiento de su cerebro a través del lenguaje. Cada palabra del diccionario es una herramienta de análisis. La lectura es el gran instrumento contra el fascismo y todos los dictadores le han tenido miedo. La Revolución Francesa fue una revolución de lectores, no de ilustrados”.
Texto y fotos: Daniel Leguina @leguina_casas