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Luz Rodríguez: 'Debemos desarrollar las habilidades que los robots no pueden, como el pensamiento crítico'
Luz Rodríguez: 'Debemos desarrollar las habilidades que los robots no pueden, como el pensamiento crítico'
La Fundación Alternativas organizó la presentación on-line de un documento titulado ‘Políticas públicas, sociales y fiscales para las sociedades digitales’, de José Moisés Martín, director de Red2Red Consultores, y Luz Rodríguez, profesora titular de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social en la Universidad de Castilla-La Mancha. El informe analiza las nuevas realidades socioeconómicas planteadas por la digitalización, así como la inversión en política industrial y en fomento del tejido productivo. En este sentido, el trabajo recomienda reformular el papel de Estado para retomar el protagonismo de las personas a través de tres mecanismos: el apoyo a sus capacidades para enfrentarse al nuevo escenario; el rediseño de las redes de protección social para que nadie quede atrás; y la reconfiguración de los ingresos públicos para mantener unas políticas públicas adecuadamente dotadas.
Estas tres líneas de acción suponen una serie de retos, exacerbados aún más por los efectos de la pandemia de COVID-19, que la sociedad debe afrontar en los próximos años. El debate contó con la participación de Christoph Steck, director de Políticas Públicas e Internet de Telefónica, y la moderación de Jesús Ruiz-Huerta, director del Laboratorio de la Fundación Alternativas.
Martín aclaró que la digitalización está generando “nuevas dimensiones a las que tenemos que hacer frente”, y el informe se centra en tres aspectos clave en este sentido: “Cómo ampliar las prestaciones sociales para los trabajadores dentro de la Unión Europea y cómo se puede reconfigurar nuestro Estado social; la implantación de un ‘suelo’ social para que nadie se quede atrás; y cómo las propias tecnologías están generando la transformación de las políticas sociales y su contribución a mejorar la eficacia de nuestro sistema de protección social, así como el empoderamiento de la ciudadanía a través del uso de las tecnologías”.
Según Rodríguez, el documento trata aspectos que “están sucediendo ya, que son una realidad”, e intenta hacer una “radiografía” para dar respuesta a las “grandes preguntas” que están en la calle, como el número de empleos que van a “desaparecer”, o los que “surgirán con la digitalización”, y qué transformación se va a “producir en los puestos de trabajo”, teniendo en cuenta que serán “distintos” y necesitarán unas “competencias distintas” por parte de las sociedad.
Para Steck, la transformación digital es una “oportunidad” que se presenta en el “mejor momento posible”, para crear un futuro más “justo e inclusivo” a través de un “nuevo pacto digital”. A su juicio, la educación es un tema “clave”, en el que las empresas han de jugar un papel “fundamental”, así como el “Estado”, y la transición tecnológica conllevará un gran “esfuerzo” conjunto para no “dejar a nadie” en el camino, basado en un “sistema fiscal más justo que el actual”.
Martín señaló al “desempleo estructural” por destrucción de puestos de trabajo como uno de los mayores “miedos” que se reflejan en el estudio, pero, en su opinión, la mayor preocupación debe ser la “transición digital”, porque va a ser “complicada” debido a la “polarización” entre empleos “de poca intensidad y los muy cualificados de alto valor añadido”, además del modelo de “financiación del Estado social” en ese contexto. El experto destacó que “las bases fiscales que garantizan los ingresos de los Estados se están erosionando, pero la posible cotización de los robots nos lleva a un callejón sin salida, ya que la presión impositiva debe recaer sobre las empresas que los utilizan”.
MODELO EDUCATIVO
Por su parte, Rodríguez subrayó la “educación” como una de las “preocupaciones centrales” del informe. Sobre este apartado, puntualizó que el sistema educativo español tiene una “dificultad cualitativa”, ya que “seguimos enseñando” para aprender de forma “memorística” y recordar datos, como los “robots”, pero la tecnología muestra que las “habilidades” que el ser humano va a tener desarrollar son otras, las que las máquinas “no pueden” acometer, como el “pensamiento crítico y abstracto o la capacidad de trabajar en entornos colectivos y de incertidumbre, y son las que debemos incorporar a nuestro modelo educativo”.
Sobre la utilización de robots, Steck recordó que en Alemania, Corea y Japón es una realidad imparable con una elevada implantación, y son países con “poco desempleo”. En su opinión, la digitalización va a “mejorar” el tejido productivo, pero la UE debe establecer un modelo económico competitivo “basado en la educación y la flexibilidad”. Los meses de confinamiento han acelerado el proceso, pero es muy importante implementar las “políticas adecuadas, con ayuda de las empresas”.
Según Martín, la crisis sanitaria ha generado “ganadores” en términos de comercio online, y “perdedores” que han tenido que cerrar sus negocios. A su juicio, “las empresas españolas no están adaptadas al sistema digital y la clave está en dar ese salto de manera coordinada entre todos los países, pero el problema está en que la negociación en el marco de la OCDE está paralizada, y Estados Unidos ha abandonado la organización. La cuestión principal está en la competencia fiscal que se está generando y cómo vamos a ser capaces de armonizar esos impuestos”.
Rodríguez certificó que cada vez hay menos chicas que estudian carreras tecnológicas “porque a partir de los cuatro años se produce el estereotipo de que los chicos construyen y las chicas cuidan, y es una anomalía que debe ser combatida desde el principio en las escuelas”. Por otro lado, la docente aclaró que “las mujeres han llevado todo el peso de la conciliación en la crisis sanitaria”, y la rapidez con la que se perderá empleo no depende sólo “de la tecnología, sino del coste del trabajo, de si es más barato tener máquinas o no”. “Nuestras administraciones han estado poco preparadas para la tecnología, y tenemos que saber qué modelo de función pública queremos, y los sindicatos tienen un camino abierto para la reflexión y para organizar los intereses colectivos”, concluyó.