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Margarita del Val: 'Vamos a necesitar varias vacunas, con tecnologías distintas, para esta tremenda pandemia'
Margarita del Val: 'Vamos a necesitar varias vacunas, con tecnologías distintas, para esta tremenda pandemia'
La Fundación Alternativas organizó este lunes el debate on-line titulado ‘¿Hay ya vacuna? El reto de 2021’, con el objetivo de analizar la situación actual en la búsqueda de un tratamiento contra el coronavirus. A pesar del prudente optimismo tras los últimos anuncios de varios laboratorios en los que afirman encontrarse muy cerca del antídoto, son muchas las voces que coinciden en que las primeras vacunas no serán perfectas y, por lo tanto, no harán desaparecer en el próximo año al virus. Muchos investigadores han criticado la falta de datos públicos que puedan ser revisados y corroborados, ya que la única información ha llegado a través de comunicados de prensa. En este sentido, la comunidad científica prefiere ser cauta y habla de resultados intermedios y provisionales, y recuerda que se tarda años en medir la eficacia de una vacuna, no meses. El evento fue moderado por Mariano Barbacid, jefe de Oncología del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y patrono de la Fundación Alternativas, y Emilio de Benito, periodista especializado en ciencia (El País) y vicepresidente de la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS).
Vicente Larraga, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), adelantó que en su laboratorio se encuentran en el “final de la fase preclínica”, probando en ratones “genéticamente modificados” y centrados en reducir el “importante daño pulmonar”. Larraga aclaró que esperan tener “resultados positivos antes de fin de año”, para solicitar a la Agencia Española del Medicamento “el permiso para iniciar la fase en humanos” de la vacuna.
Luis Enjuanes, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director del laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), afirmó que los virus tienen “una enorme capacidad de crecimiento y no nos podemos fiar”, y siempre pueden “generar mutantes que pueden deshacer tu trabajo y restablecer su virulencia”. En este momento, “hemos diseñado dos sistemas de administración del virus, uno basado en materiales obtenidos de una forma químicamente definida, y otro cimentado en la infección de células que forman unas partículas que son poliméricas y se parecen al virus original, lo que significa el mejor sistema para inducir una respuesta inmune fuerte”. Enjuanes comentó que “el virus sólo se puede diseminar en la fábrica de vacunas y en células empaquetadoras, pero no en las personas a las que vacunamos porque, no pueden complementar sus defectos”.
Mariano Esteban, investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC y jefe del Grupo de Poxvirus y Vacunas, adelantó que en su proyecto utilizan “otro tipo de plataforma”, basada en una “variante” de la vacuna que se utilizó para “erradicar” la viruela, “única enfermedad producida por un virus muy letal que hemos conseguido controlar en el mundo”. La investigación del equipo de Esteban se centra en un virus “muy atenuado”, infectado con el “gen de la proteína ‘S’ del coronavirus”. La ventaja es que, al introducirse en animales, se consigue una “potente respuesta inmunológica”, tanto de “anticuerpos” que neutralizan al virus como de “linfocitos T”, células encargadas de “destruir” a la célula infectada. Esteban indicó que este procedimiento ya ha funcionado anteriormente con “ébola, zika y chikungunya”, llegando a una protección de entre el “80% y el 100% en animales”. Una empresa española está produciendo este prototipo de vacuna “para generar lotes clínicos, pero necesitamos la autorización de las agencias del medicamento, nacional y europea, y podríamos empezar la fase clínica en el primer trimestre de 2021”.
ATACAR AL VIRUS POR TODOS LADOS
Margarita del Val, viróloga e inmunóloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), advirtió que “las vacunas más rápidas no son necesariamente las más completas”. Es importante que las vacunas “enseñen” al organismo a “reconocer” a las partículas virales y “eliminarlas” con anticuerpos, y a reconocer a las células infectadas y eliminarlas con “inmunidad celular”, para “atacar” al virus desde todos lados. Todos los proyectos en marcha son “muy diferentes entre sí”, pero todos tienen cosas que “aportar”. En esta “tremenda” situación de pandemia, van a ser “necesarias” varias vacunas, probablemente con “tecnologías distintas”, y la ciencia española tiene la oportunidad de “contribuir”.
En este sentido, Esteban recordó que España es un país con “capacidad y tecnológicamente desarrollado, con buenos científicos y sanitarios, y sería un error tirar la toalla ante las investigaciones más avanzadas de laboratorios extranjeros. Seguir adelante significa contribuir al progreso de nuestra tecnología y de las empresas españolas. Debemos estar preparados para futuras pandemias, y que no vengan otros a solucionarnos los problemas”. Para Larraga, las vacunas son una “carrera de resistencia, se suceden unas a otras, y las nuevas sustituyen a las anteriores. Son necesarios años de experiencia, y es importante crear una industria nacional y una tecnología propia que nos permita depender de nosotros mismos y ser independientes”.
Enjuanes afirmó que “los laboratorios españoles están bien financiados para la fase de descubrimiento, y el Gobierno ha colaborado para que no falten los medios en esa etapa; la segunda fase de ensayos preclínicos es un poco más cara, y la tercer más aún. La preparación de los científicos españoles es más que suficiente, porque todos hemos trabajado en el extranjero, pero no estamos bien preparados para la fase del desarrollo. AstraZeneca o Moderna han recibido unos dos mil millones de dólares para hacer frente a las necesidades económicas de sus proyectos, y en nuestro caso hemos recibido uno o dos millones: la diferencia es muy grande. Pero lo realmente importante son las infraestructuras que tenemos, ya que nuestros centros de investigación están saturados por falta de espacio”.
“LA ESTRUCTURA ESPAÑOLA ES LIMITADA”
Según Larraga, los proyectos españoles “cuentan con unas 13 personas por laboratorio, mientras que AstraZeneca tiene cien científicos trabajando, por lo que es normal que vayan más rápido, y el hecho de tener más dinero te proporciona una mayor capacidad de reacción. La estructura básica española es limitada, y necesitamos desarrollarla para responder más rápidamente” a situaciones como la de la pandemia de Covid-19. Enjuanes, por su parte, eleva la cifra de investigadores en “proyectos extranjeros a 650”.
Del Val recordó que “nunca se ha conseguido una vacuna del 100% de eficacia, y con una del 50% habría que vacunar a casi toda la población para conseguir un efecto de inmunidad colectiva. Todo dependerá de la efectividad real sobre la población, y de si la vacuna es esterilizante y evita el contagio o si no lo es, y de si protege de los síntomas, hospitalización y muerte. Cuando tengamos información de todas estas variables en una publicación científica, y no en una nota de prensa para inversores, y las agencias del medicamento puedan evaluar los datos, se podrá estimar [el grado de eficacia de una vacuna]. Y hay que recordar que el que no se vacuna es el primero que se queda desprotegido”.
Esteban sostuvo que “las vacunas que están marcando el camino son las basadas en ARN mensajero, con unos resultados impactantes, y son las que apuntan a que conseguiremos una alta eficacia. Por otro lado, las basadas en adenovirus, como la de AstraZeneca o Jansen, o la rusa y la china, no están tan definidas, pero se encuentran en un rango de protección bastante importante. Además, queda por ver la eficacia de las basadas en vectores inactivados y en subunidades. Lo cierto es que tenemos un amplio repertorio, lo cual es muy positivo porque nos da confianza en llegar a una protección elevada. Podemos considerarnos satisfechos porque nunca hemos llegado a una situación como esta en tan poco tiempo. Vamos a tener varias vacunas y el Gobierno está negociando con los distintos proveedores; las expectativas son buenas para llegar a todo el rango poblacional”.