La contraofensiva ucraniana en la región de Járkov, que ha recuperado en una semana 3.000 kilómetros cuadrados de territorio ocupado, es una excelente noticia para todos los que deseamos que Ucrania rechace la brutal agresión rusa, y la ayudamos a ello. No se trata solo de la provincia de Járkov —o Jerson, donde los ucranianos también han hecho avances— sino que esta operación pone en riesgo la ocupación rusa del Dombás, que era y es su principal objetivo. Las tropas ucranianas han entrado ya en la provincia de Lugansk y se dirigen a Lisichansk —cuya conquista costó mucho a los rusos—, mientras que la ocupación de Izium amenaza el flanco norte de las tropas rusas en la provincia de Donetsk y les impide la conquista de Sloviansk y Kramatorsk.
Jugando con fuego
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