El 12 de noviembre de 2019, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias anunciaban, abrazo mediante, un principio de acuerdo para formar el primer Gobierno de coalición en España desde la República. Mes y medio después, presentaban el documento completo del acuerdo, permitiendo una investidura después de meses de incertidumbre. No consiguieron ningún pacto así en 2015 ni en 2016, entre ataques e insultos y pese a que, hipotéticamente, se podría haber llegado a la mayoría necesaria. Esta falta de entendimiento forzó una repetición electoral y, más tarde, permitió un nuevo gobierno de Rajoy. Un PSOE en plena guerra civil prefirió primero pactar con Ciudadanos y, luego, echar a su secretario general para abstenerse en la investidura de Rajoy que aceptar un gobierno con Podemos. En 2018, Podemos apoyó la moción de censura de Sánchez, permitiéndole acceder a La Moncloa, pero sin exigir una coalición, quizá dándose cuenta de su error en los años anteriores.
La izquierda española: entre el cainismo y la supervivencia
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