El conflicto en Gaza se ha dado en un momento delicado para Estados Unidos y la Unión Europea, pues ambos actores empiezan a sentir el desgaste del apoyo a Ucrania en la guerra con Rusia. La UE tuvo dificultades para encontrar una postura oficial, ya que en un primer momento se habló de la suspensión de la ayuda a Palestina, extremo que posteriormente se descartó. Borrell subrayó el derecho de Israel a defenderse, pero también llamó a la contención y al respeto a los derechos humanos, como pudo verse en las declaraciones en las que afirmaba que no se puede cortar los suministros básicos a una población. Por otra parte, el viaje realizado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, donde se reunió con el primer ministro Netanyahu, suscitó la polémica. Los más críticos le reprochan su apoyo a Israel sin tener en cuenta la necesidad de respetar el derecho internacional. Von der Leyen defendió su viaje alegando «el derecho de Israel a defenderse de los terroristas de Hamás».
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