
Cambio demográfico y pensiones de la Seguridad Social
Cambio demográfico y pensiones de la Seguridad Social
La evolución demográfica en los últimos años se presenta como una situación a tener en cuenta para el diseño de las políticas sociales. También va a condicionar su desarrollo y va a hacer aparecer nuevas y distintas formas de protección que las que en un primer momento fueron diseñadas por la Seguridad Social.
La evolución demográfica que se está produciendo en los países europeos da lugar a un envejecimiento de la sociedad que, además, se acelera también por el bajo índice de natalidad. En esta evolución coinciden dos fenómenos: por una parte, se espera una mayor esperanza de vida, y actualmente se desconocen los límites de ese aumento; y, por otra, el bajo índice de natalidad en Europa. El incremento del índice de natalidad casi con toda probabilidad no será suficiente para frenar la aceleración del envejecimiento.
Lo que es seguro es que los costes que generará ese envejecimiento no corresponderán solamente a un mayor gasto en pensiones, sino que también tendrán un impacto en lo que respecta al orden sanitario, farmacéutico, de dependencia, etcétera. Aún así, las reformas que la situación demográfica exija hacer a medida que evoluciona no deberían traducirse en un cambio del modelo actual de reparto y de responsabilidad del Estado. Este es el modelo que, a lo largo de toda la historia de la Seguridad Social, mejor ha sabido adaptarse a las cambiantes situaciones sociales que constantemente se han venido produciendo y, por ello, el mejor modelo para transitar estos cambios.