
Crisis económica y euroescepticismo 2007-2014: Propuestas para afrontar la crisis democrática en Europa
Crisis económica y euroescepticismo 2007-2014: Propuestas para afrontar la crisis democrática en Europa
La Fundación Alternativas presenta un estudio sobre la evolución de la opinión pública europea, desde el inicio de la crisis económica en 2007 hasta 2014, en relación a la imagen que tienen los ciudadanos de la Unión Europea, la opinión sobre los beneficios de la pertenencia a la Unión; y el grado de confianza en sus instituciones. El estudio, realizado por Albert Aixalà, analiza en qué medida el euroescepticismo se ha agravado desde el estallido de la actual crisis económica y financiera, observando su evolución a través de la serie de Eurobarómetros publicados por la Comisión Europea, el descenso general de la confianza de los europeos en las instituciones de la Unión y en su capacidad para resolver positivamente la grave situación de crisis en la que nos encontramos, derivando ya la crisis económica y financiera en crisis política y de legitimidad.El creciente euroescepticismo ciudadano detectado por las encuestas y la creciente "europeización negativa" de los debates públicos nacionales durante los años de crisis económica, han tenido una traslación electoral clara en las elecciones europeas de mayo de 2014, con el crecimiento general de opciones eurófobas, euroescépticas o eurocríticas en la mayoría de los países de la Unión.Si bien, la mayoría de los europeos no cuestionan la pertenencia de sus países a la UE ni consideran mayoritariamente que sus países salen perjudicados de la pertenencia a la UE, si es cierto que han perdido la confianza en las instituciones. La imagen de la UE y de sus instituciones ha caído en picado pero no así la voluntad de seguir formando parte de la Unión. Ha aumentado significativamente, eso sí, los que consideran que la UE no aporta nada de significativo "ni bueno ni malo" a sus vidas.En España el descenso ha sido espectacular: del 73% al 47%. Más de 25 puntos en seis años. Con un descenso muy acusado a partir de 2010, tras la intervención europea que conllevó la aplicación del primer gran recorte de gasto público de la política de austeridad. Pero por otro lado, la crisis económica y su gestión por parte de las autoridades europeas, ha provocado -paradójicamente- una europeización de los debates públicos nacionales. Durante los últimos siete años la política europea ha estado más presente que nunca en los periódicos y telediarios nacionalesLos europeos han tomado conciencia de la importancia de las políticas europeas en sus vidas, a la vez que se han dado cuenta de la poca capacidad que tenían para influir en ellas. Ello ha incrementado el déficit democrático de la Unión, la percepción de que el gobierno está en manos de tecnócratas que no deben responder a un Parlamento y a los ciudadanos que los han elegido.Pero en algunos Estados miembros, particularmente en el sur, cada vez son más los ciudadanos que consideran que la UE no les beneficia. Y en dos grandes países de la Unión, Francia –Frente Nacional y el Reino Unido- UKIP, se han consolidado sendos movimientos políticos que pueden romper la unidad institucional y territorial de la UE.Sin embargo, debemos apuntar también que las victorias del Frente Nacional francés y el UKIP británico tienen causas profundas y no responden a un fenómeno únicamente ligado a la actual crisis económica y democrática europea, ni posiblemente puedan resolverse con una mayor democratización de las instituciones comunitarias. *Albert Aixalà en Europa Abierta, de Radio 5.