
La cultura de salas y su repercusión en la juventud
La cultura de salas y su repercusión en la juventud
El documento de Elena Rosillo aborda cuestiones de mucha actualidad. Su objetivo inicial se basaba en poner sobre la mesa las cuestiones que habían provocado la decadencia de la cultura relacionada con las salas de conciertos en nuestro país desde su nacimiento. Cuestiones relacionadas con un sinfín de tipologías de licencias, una sobre-regulación del sector (precedida por una desregulación de la industria musical), así como la existencia de estereotipos perjudiciales ligados a la actividad de las salas de conciertos, horarios poco ajustados a la realidad social e incluso condiciones económicas perjudiciales para los músicos. Llegados al momento actual, se pone de manifiesto que estos mismos factores han sido también parte del problema a la hora de proteger a un sector dañado y necesitado de iniciativas públicas que les permitieran mantener su actividad. Unas subvenciones que ahora no son ya necesarias, sino imprescindibles para que esta generación no llegue a ser testigo de la desaparición de un escalón tan importante en la industria musical como son las salas de conciertos de pequeño-mediano aforo.
A lo largo de la escritura de este documento se han sucedido las modificaciones en cuanto a regulación de espacios vinculados al ocio nocturno, siendo este utilizado, casi podríamos decir, como chivo expiatorio de la pandemia en los medios de comunicación. Incluso se han podido llegar a observar campañas publicitarias en las que se ponían en paralelo la imagen de un concierto y la de un hospital, haciendo imposible no asociar el ocio musical (mal asimilado con el ocio nocturno) con una amenaza para la salud en época de pandemia.