
La nueva agenda de desarrollo en África y las implicaciones para la cooperación española
La nueva agenda de desarrollo en África y las implicaciones para la cooperación española
La agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas aprobada en el año 2015 por 193 países constituye un nuevo marco de desarrollo que se caracteriza, a diferencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), por su integralidad al tratar de manera interconectada las dimensiones social, económica y ambiental del desarrollo. Pretende luchar contra las causas de la pobreza y las desigualdades, buscando además la paz, la prosperidad y la sostenibilidad del planeta. Además, se trata de una agenda global para todos los países firmantes que, sin embargo, requiere una aplicación diferenciada en función de los contextos regionales y nacionales en los que se despliega.
En todo caso, parece claro que el éxito de la Agenda 2030 pasa ante todo por impulsar el desarrollo sostenible en África, en especial si se quiere cumplir con el compromiso de “no dejar a nadie atrás”. En dicho continente se encuentran el 70% de los países menos avanzados (PMA) o la mitad de los llamados Estados frágiles y en conflicto. Seis de las diez crisis más olvidadas en el mundo se sitúan en África. En 2016, África albergaba el 60% de la población pobre del mundo y se estima que este porcentaje irá aumentando en los próximos años. Los desafíos por tanto de los países africanos y de la comunidad internacional a la hora de avanzar en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son enormes.
El análisis de los retos de la aplicación de la nueva agenda de desarrollo africana sirve de marco para reflexionar acerca de las implicaciones para la estrategia de la cooperación española en África en los próximos años. Todo ello teniendo en cuenta la experiencia de la cooperación española en el continente africano en la última década y la oportunidad que abren la puesta en marcha del V Plan Director aprobado en 2018 y la futura aprobación del III Plan África.