
Negociación colectiva y competitividad en el sector postal y paquetería
Negociación colectiva y competitividad en el sector postal y paquetería
El presente informe tiene como principal conclusión que es absolutamente necesario hacer emerger el debate acerca de la improrrogable necesidad de proceder a una reordenación económica y normativa del sector y de tejer alianzas para alcanzarlo.
Como ha quedado demostrado, el sector postal y de paquetería es un mercado enormemente heterogéneo en cuanto a las actividades que se desarrollan, las estrategias que se aplican y los sujetos que concurren. Tal rasgo no se ve amortiguado por la regulación legal, que no propicia un des- linde de actividades claro, lo que en parte se compensa con la posibilidad de que diferentes sujetos puedan prestar de forma flexible servicios postales y de paquetería o transporte. Esta opción flexible a priori no resuelve todos los problemas, pues el concreto encuadre de la actividad que se realiza es una cuestión relevante en algunos sectores del ordenamiento jurídico.
Tal es el caso, por ejemplo, del laboral y social. La estructura de la negociación colectiva de este sector traslada miméticamente la heterogeneidad en la que venimos insistiendo al ámbito de las condiciones de trabajo. Esta es una cuestión no menor si se tiene en cuenta que estas determinan una parte importante de los costes de las empresas, como son los que tienen que ver con los recursos humanos. La falta de homogeneidad regulatoria en el ámbito laboral termina por generar condiciones de competencia desiguales entre los sujetos concurrentes, lo cual no es solamente contrario a las reglas más elementales en materia de libre competencia, sino que puede terminar por lastrar el dinamismo económico y el grado de competitividad del conjunto del sector.
Para alcanzar un marco de competencia más justo se impone la necesidad de dotar al sector de reglas idénticas o similares en materia laboral, de tal forma que las empresas concurrentes compitan en las mismas condiciones, a la vez que se eviten fugas a subsectores con menores costes y peores condiciones de trabajo, propiciando una suerte de carrera o competición a la baja.